Más ideas, menos ideologías

Fecha: 25 de mayo de 2020 Categoría: Agudezas Comentarios: 0

Desconfío mucho de las ideologías. Son pesadas y celosas. Exigen todo del ser y no admiten alternativa. Además, parecen estar a un paso del fanatismo y la obsesión, incluso de la ceguera.

Me gustan más las ideas: son frescas, casi siempre, pero si por algo duran mucho se matizan con la novedad, como si estuvieran abiertas al cambio. Son también sugerentes, es decir: siempre dan lugar a muchas más. Por si fuera poco suelen ser flexibles y admitir a otras, aunque parezcan contradictorias.

Las ideologías nos vuelven ortodoxos, cerrados, incluso agresivos. No es mala la pasión, pero en el caso ideológico a la misma pasión se le pasa la mano.

Las ideas, en cambio, nos vuelven interesantes, imaginativos, indagativos. Y la pasión se lleva bien con las ideas: combina sin imponerse.

Los seres ideologizados no saben siquiera escuchar, pues todo está dicho en su sistema.

Los seres de ideas necesitan escuchar: así afinan al pensamiento.

Alguien me dijo una vez que las ideas son demasiado neutrales, sin compromiso y por eso menos atractivas. Eso no es verdad: las ideas también poseen una carga polémica y se animan a las grandes discusiones. Existen, además, las ideas muy comprometidas: se les llama ideales
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