Algo de lo que soy

Puro Colima…

Actualmente soy el Coordinador General de Asesores del Gobierno del Estado de Colima. Antes fui Regidor del Honorable Ayuntamiento Constitucional de Colima, Secretario de Cultura del Gobierno del Estado de Colima en dos periodos y Secretario de Desarrollo Social en el Gobierno Interino de Colima, entre otros cargos y actividades públicas.

Nací en Colima, Colima, el 11 de junio de 1968, en un sanatorio que ya no existe pero que se llamaba, para variar, «Colima». Mi padre fue un ingeniero, directivo escolar y maestro universitario a quien extraño mucho, nativo de una bella comunidad cercana a la Hacienda de San Antonio, en el norte de Colima. Mi madre, que por fortuna todavía está conmigo, se retiró como maestra de escuelas secundarias del estado. Ella nació en Tecomán, municipio costeño de Colima, pero considera su querencia al tradicional barrio de La Salud, muy cercano al centro de Colima, donde sus padres poseían una carnicería muy acreditada llamada «La Preferida». Hasta donde tengo conocimiento, mis abuelos también eran colimenses, originarios de distintas comunidades del estado: Quesería, La Becerrera, Tinajas y la propia capital, y sospecho que igual condición tenían los padres de ellos, es decir, mis bisabuelos, así que soy colimense hasta la exageración. Tengo una hermana que es médico, un medio hermano que es arquitecto y un montón de primos, primas, sobrinos y sobrinas por ambos lados. Actualmente estoy casado con una mujer muy linda e inteligente y tengo hijas que se parecen mucho a su mamá.

Oratoria, artículos, ensayos…

Cuando cursaba la secundaria (en la Escuela Secundaria Federal «Enrique Corona Morfín») descubrí la oratoria y me sentí maravillado por ella, así que la practiqué con pasión y dedicación. Entre 1985 y 1987 obtuve algunos reconocimientos en certámenes estatales y regionales en esta disciplina, logrando además cuatro segundos lugares y dos primeros lugares nacionales. Estos premios significaron, además, un par de preseas que tuvieron por nombre «Francisco J. Múgica», en 1986 y 1987, otorgadas por el gobierno federal por medio del Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA). En 1987, el entonces Presidente, Miguel de la Madrid Hurtado, me entregó la Mención Honorífica del Premio Nacional de la Juventud en una ceremonia especial en Los Pinos. En nuestros días eso no parece un gran mérito, porque muchachos de nuestra entidad ya obtuvieron ese premio en distintas disciplinas, pero en aquellos años fue importante -porque no era común, insisto, como ya lo es hoy- que jóvenes colimenses destacaran en el ámbito nacional. En 1988 fui seleccionado para una antología de ensayos, México hacia el siglo XXI, visión de una generación, editada por la Secretaría de Educación Pública y la Universidad Autónoma Metropolitana, donde participé con un breve texto sobre la Constitución y los sueños que se construyen en torno a ella, un texto primerizo que reflejaba mi interés por la historia constitucional del país. En 1990 obtuve un primer lugar en el Certamen Nacional de Periodismo convocado por la revista Siempre y el Club de Periodistas de México. El certamen fue convocado en memoria del periodista José Pagés Llergo y gané en la categoría de Artículo de Fondo, con un trabajo que titulé: «Los límites de la modernidad», texto que intentaba una crítica inicial al predominio de la visión técnica y económica olvidando la veta humanista y social de lo que entonces se llamaba el proyecto nacional. En 1992 obtuve una mención honorifica en un certamen nacional de ensayo literario convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, con un trabajo que titulé: «Gutenberg entre nosotros», que intentaba reflexionar sobre las motivaciones literarias de la juventud, con una ligera aproximación al universo de los cómics. También obtuve, un poco después, otra mención honorífica, en el certamen nacional de ensayo Francisco I. Madero, convocado por el Instituto Federal Electoral, en la categoría de Reflexiones y Testimonios.

Una ley por la lectura…

Entre los años 2003 y 2006 fui regidor del H. Ayuntamiento Constitucional de Colima y en esa calidad impulsé una iniciativa colectiva de reglamento municipal de Fomento a la Lectura (que se aprobó mucho tiempo después). También presenté una iniciativa personal de ley sobre la misma materia, que fue aprobada por unanimidad por los legisladores locales, convirtiéndose en la primera Ley Estatal de Fomento a la Lectura y al Libro. Lo curioso es que después de esa iniciativa fui nombrado Secretario de Cultura, así que me correspondió el honor de imaginar y diseñar una disposición normativa que debí llevar yo mismo a la práctica, lo cual es un caso raro en nuestro país.

Una gestión en Cultura…

Inicié como Secretario de Cultura en la segunda mitad del gobierno de Silverio Cavazos Ceballos y fui ratificado en esa gran responsabilidad por Mario Anguiano Moreno, el actual gobernador . Uno de mis orgullos como funcionario público es que mi gestión fue aprobada con buenos y generosos comentarios por todos los grupos partidistas con representación en el H. Congreso del Estado en la única ocasión en que fui citado a comparecer.

Algunos aspectos interesantes de mi gestión como Secretario de Cultura son los siguientes:

Creación de infraestructura cultural nueva, como se acredita con los centros culturales «Daniel Cosío Villegas» y «Balbino Dávalos» en la zona oriente de la ciudad de Colima, la Casa de la Cultura de Armería, el Museo de Ciencia y Tecnología «Xoloitzcuintle» y el Centro Cultural «Salagua». Aquí también debo mencionar la reciente construcción del anexo para talleres del Museo de Ciencia, la construcción del Estudio Didáctico Infantil de Radio y Televisión en el Parque de La Piedra Lisa y la construcción de la Galería en el Edificio Central de Casa de la Cultura.

Inversiones para rehabilitar la infraestructura cultural de la entidad, como se demuestra en los casos de la rehabilitación de teatros al aire libre, la ampliación de la Biblioteca Central «Rafaela Suárez», así como la construcción de la Sala Audiovisual «Alberto Isaac» y del anexo para población con discapacidad en el Edificio de Talleres de Casa de la Cultura de Colima. Es reciente, además, la habilitación de una nueva sala audiovisual en el Museo de Arte Contemporáneo «Jorge Chávez Carrillo».

Pleno aprovechamiento de los espacios culturales, de lo cual es un ejemplo la intensa actividad que registra el Teatro Hidalgo.

Fortalecimiento de festivales tradicionales, como el «Alfonso Michel» y el de los talleres «Alejandro Rangel Hidalgo» de Casa de la Cultura.

Creación de nuevos festivales, como el «Guadalupe López León» (dedicado a la difusión artística municipal) y el de Música Antigua. Aquí debemos mencionar el esfuerzo para crear una Feria del Libro, anual, dedicada a publicaciones infantiles y juveniles.

Fortalecimiento progresivo de los fondos mixtos culturales, como lo son el Estatal para la Cultura y las Artes, el Infantil, el Juvenil, el de Públicos Específicos y el de Cultura Popular.

Creación de nuevos programas, como los que atienden, de forma periódica, a las comunidades menores a 500 habitantes y el trabajo cotidiano de rescate y difusión de las leyendas tradicionales.

El sólido impulso al fomento a la lectura, que se ha convertido en muchos aspectos en un modelo exitoso y digno de ser reproducido en otras entidades, a juicio de las autoridades culturales del país. El modelo permitió el diseño y ejecución de programas como el Mes Colimense de la Lectura y el Libro, celebrado cada mes de abril, con sus cientos de actividades innovadoras en la materia y los miles de libros obsequiados año con año. Durante el año 2011 se obsequiaron, en un esfuerzo extraordinario protagonizado por el personal de la Secretaría de Cultura, 101,740 libros casa por casa, cubriendo todos los municipios del estado.

El aliento a la expresión artística en los espacios públicos, que se manifiesta en los cientos y cientos de actividades artìsticas al aire libre, sin olvidar mencionar un programa llamado «Letras y Trazos en la Pared», un esfuerzo por impulsar la creatividad artìstica de los jóvenes colimenses y la colocación de frases literarias con fines de divulgación cultural. A la fecha ya superamos los 400 murales en la entidad.

La filosofía de accesibilidad a la cultura, que nos motivó a la adquisición de un escenario móvil con el que recorremos barrios, colonias y comunidades, llevando espectáculos artísticos de calidad. Dentro de esta filosofía se inscribe el propósito porque nuestras actividades sean, de forma mayoritaria, gratuitas, lo que hemos complido a plenitud.

La creación de nuevos motivos de disfrute estético, como la remodelación del monumento a Juárez, el Mural de Casa de la Cultura, obra del maestro Díaz de Cosío, el mural dedicado a Hidalgo en la Plaza del Libertador o la instalación de nuevas esculturas en espacios públicos, como el Chac Mol Rojo, de Xerxez Díaz.

La apertura de nuevos museos y espacios de exposiciones, como el Museo dedicado a la maestra Griselda Álvarez, el propio Museo de Ciencia y Tecnología «Xoloizcuintle» y la nueva galería en el Edificio Central de Casa de la Cultura y la Sala Audiovisual, sin olvidar la atención permanente a los ya existentes, como ocurrió con la remodelación de los museos de las Culturas de Occidente «María Ahumada de Gómez» y el de la Sal, en Cuyutlán, y con la reciente construcción de la Sala Audiovisual en el Museo de Arte Contemporáneo «Jorge Chávez Carrillo».

La creación de nuevas instituciones culturales, como el Centro Cultural Adolfo Mexiac y los esfuerzos actuales por construir un moderno Parque Cultural y Recreativo en el municipio de Comala.

Creo que mi trabajo y el de mis colaboradores, todos ellos estupendos funcionarios públicos, permitió una nueva visión de la sociedad colimense en torno al arte y la cultura.

Desarrollo Social y Coordinación General de Asesores

Durante un momento difícil para mi entidad, como resultado de la anulación de las elecciones para el gobierno del estado, fue designado un gobierno interino, cuyas funciones esenciales fueron la convocatoria a nuevas elecciones y la conservación del orden institucional.

El Gobernador Interino me invitó integrarme a su gabinete como Secretario de Desarrollo Social, lo cual acepté de inmediato. Se trató de un esfuerzo de unas cuantas semanas, durante las cuales intenté dar orden a la gestión social en beneficio de la población y apuntalar los mecanismos para la continuidad de programas y acciones.  De esa forma, fui secretario de la administración pública estatal en tres periodos consecutivos de gobierno, siempre intentando dar lo mejor de mi capacidad y experiencia en el servicio público.

Al término de ese intenso periodo, el nuevo gobierno estatal inició su ciclo y fui invitado a integrarme, ahora como Coordinador General de Asesores, que es mi responsabilidad actual. De esa forma, sigo atento al diseño de los programas operativos anuales, de las principales políticas púbicas y del acontecer de la entidad, intentando  brindar mi experiencia en el perfeccionamiento de algunas decisiones en las más diversas materias de interés gubernamental y social.

Pero lo más importante no es lo que se hizo, sino lo se hará, pues tenemos un gran entusiasmo por emprender nuevos proyectos en beneficio de nuestra entidad.

Seguiremos trabajando con emoción y dedicación por alcanzar un lugar relevante, sea por el desempeño público, sea por la pasión por escribir, en la historia de Colima.

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