Apuntes de la categoría: Miniaturas del dudoso origen

El origen…

Fecha: 11 de enero de 2012 Categoría: Miniaturas del dudoso origen Comentarios: 0

No parecen existir dudas: el origen de los primeros homínidos y de nuestra especie es lo que hoy llamamos África. De allí surgieron algunos similares a nosotros y de allí surgieron, también, nuestros antepasados, que terminaron dispersándose por todo el mundo, en un proceso aún inconcluso.

¿Qué dirían los apasionados de la pureza racial, aria o anglosajona, tan engolosinados con su escasa pigmentación en la piel y sus rasgos caucásicos, si reconocieran que a final de cuentas también son de origen africano, como los negritos y morenitos que tanto desprecian?

Carroña…

Fecha: 10 de enero de 2012 Categoría: Miniaturas del dudoso origen Comentarios: 1

Ver a las aves carroñeras devorando a un cadáver es un espectáculo ingrato. Causa cierta repulsión, incluso sabiendo que cumplen una importante función natural y que su afición es más aceptable que la depredación de las bestias asesinas. Quizás, muy en nuestro interior, pensamos que los asesinos de la naturaleza son más fieros y elegantes que los simples carroñeros. Después de todo, un guerrero es más admirable que un limosnero. Pero se nos olvida que el hombre fue, en sus inicios, un carroñero antes que un cazador. Los primeros homínimos que ampliaron su ingesta de proteína con la carne y que iniciaron el camino biológico para la dilatación de su capacidad cúbica craneal fueron, en esencia, carroñeros. Es algo sencillo de entender: es mucho más sencillo consumir lo que ya está muerto que matar a una gran bestia, Además, siempre quedaba algo por succionar, como el sabroso tuétano de los huesos, cuando ya se habían hartado los cazadores naturales mejor dotados. Esa disposición carroñera no sólo nos brindó el alimento que desencadenó nuestras potencialidades: también pudo influir en el desarrollo de algunas cualidades que luego, debidamente fortalecidos, nos aventurarían por el camino de la matanza para el consumo y, en su momento, de la utilización de instrumental de piedra para llegar a esos rincones innaccesibles para la dentellada de las bestias. Las primeras agrupaciones homínidas que consumieron carne debieron ser fundamentalmente carroñeras y esporádicamente cazadoras. Así que al mirar a esos carroñeros de hoy, al buitre, al rompehuesos, quizás nos estemos mirando un poco a nosotros mismos. Quizás por eso nos causan tanto desagrado.

Pasos sobre pasos…

Fecha: 9 de enero de 2012 Categoría: Miniaturas del dudoso origen Comentarios: 0

En 1978 fueron descubiertas en Laetoli (Tanzania) las huellas dejadas por unos seres bípedos hace 3,6 millones de años. Las huellas habían quedado impresas sobre una capa muy fina de cenizas expulsadas por un vocán cercano. El sol secó y endureció el terreno y nuevas capas de cenizas enterraron y preservaron esas huellas. Se trata de dos series paralelas de huellas de unos 25 metros de trayecto en dirección sur-norte, separadas entre sí por unos 25 centímetros. La forma de las huellas y la distancia entre ellas corresponden con seres con una locomoción bípeda completa. Los expertos señalaron que «el dedo gordo está perfectamente alineado con el resto de los dedos y no separado como en el resto de los primates». Además, «por el relieve interno de la huella se puede inferir una dinámica del paso y una transmisión del peso a través de la planta del pie muy similar a la nuestra». Pero lo verdaderamente fascinante -por lo menos para mí- es que si bien se pensó que las huellas correspondían a dos individuos, una observación cuidadosa permitió reconocer tres rastros distintos dejados por tres individuos, pero uno de ellos caminó sobreimpresionando parcialmente sus huellas a las del otro que había pasado anteriormente. Los expertos creen que estas huellas corresponden a unos Australopithecus afarensis, pues cerca de allí se encontraron restos de esta especie. Pero para mí no queda duda alguna: los que pasaron por allí eran homínidos, quizás antepasados nuestros o al menos una rama muy cercana a nuestros orígenes. No necesito indagar sobre su capacidad craneal, sobre su alimentación o sobre su apariencia. Pocas cosas tan probadamente humanas como pisar las huellas que alguien dejó antes que nosotros.

Mordiendo la cola…

Fecha: 18 de diciembre de 2011 Categoría: Historias al pasar..., Miniaturas del dudoso origen Comentarios: 0

Ayer me di vueltas obsesivo intentando morder una cola que quizás era la mía…