Jamás hablar por hablar. Hablar cuando se debe y con sentido, oportunidad y contundencia…
Jamás hablar por hablar. Hablar cuando se debe y con sentido, oportunidad y contundencia…
Quien mucho habla tiene poco qué decir. Quien tiene mucho por decir quiere decirlo en breve porque quiere que lo dicho sea recordado…
Un discurso claro revela orden mental.
Un discurso vehemente revela convicción.
Cuando alguien se excede en datos no revela capacidad, sino inseguridad.
Cuando alguien se excede en volumen no revela vehemencia, sino afán de impresionar.