Apuntes de la categoría: Pasa-Tiempo

Risitas misteriosas

Fecha: 7 de abril de 2016 Categoría: Pasa-Tiempo Comentarios: 0

Yo puedo entender que las poblaciones nativas de lo que hoy llamamos México tuvieran problemas para entender la mentalidad conquistadora de los castellanos que arribaron con Hernán (o Hernando) Cortés y también reconozco la astucia y audacia de este conquistador. Lo que no puedo entender es que esas dichosas poblaciones, que se suponían tan acostumbradas a la guerra, fueran tan ingenuas para tender celadas al pequeño grupo expedicionario. Cuando leí la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, me aterrorizó la descripción de cómo descubrieron la trampa que pretendían imponerles los habitantes de Cholula en acuerdo con los mexicas de Moctezuma. Los de Cholula los recibieron con solemnidad y buena voluntad aparente. Después los de Castilla se darían cuenta que Moctezuma había acordado que los prenderían durante la noche y se los llevarían atados a su capital. Hasta aquí todo parece en orden, pero ¿cómo es que se dieron cuenta de la trampa? Muy sencillo. Primero vieron a los habitantes muy en paz y hasta les ofrecieron de comer los dos primeros días. Al tercer día ya no les dieron de comer y dejaron de aparecer por allí, con su ceremonial acostumbrado, los caciques y sacerdotes. Lo peor es lo siguiente, según las propias palabras de Díaz del Castillo: “si algunos indios nos venían a ver, estaban apartados, que no se llegaban a nosotros y se reían como cosa de burla”. Digo, no puede hacerse más evidente una trampa. Es como si un niño quisiera sorprendernos atrás de la puerta. No me extraña la dichosa conquista.

Otra cosa: favor de no hacerse el indignado nadie, que no estoy a favor ni en contra de tal acontecimiento. Yo nada más comento lo apuntado por Bernal, que seguro tiene algo de cierto.

IV

Fecha: 8 de diciembre de 2014 Categoría: Pasa-Tiempo Comentarios: 0

Le digo lo que quiero: un reloj de pulsera en negro, con un cierto brillo metálico en su carátuila. La imagen que debe proyectar es algo industrial, sin llegar a lo burdo. «Industrial chic», podríamos decir, o incluso «industrial nice» (perdón por la simpleza pero no encuentro otra forma de expresarlo). Mi idea es que ese panorama industrial («chic» o «nice») se perfeccione con ciertos detalles, como botones, ranuras, pequeñas celdas y en general motivos que hagan una referencia al modelo industrial (sin perder lo «chic» o lo «nice» y de nuevo me disculpo por la vulgaridad pero sigo sin encontrar cómo expresarlo de mejor forma). No estaría mal, incluso, que al visualizar el conjunto la mente del observador casual asocie la imagen del reloj con la grasa y el aceite, es decir, con esa referencia íntima, casi arquetipo, de un modelo industrial o un taller, si se quiere, guardado en nuestra mente desde las primeras edades (por lo menos desde la mía, pues debo confesarle que mi padre era ingeniero y mi niñez pasó entre esos aceitosos parajes donde los fierros viejos se acumulan).

III

Fecha: 8 de diciembre de 2014 Categoría: Pasa-Tiempo Comentarios: 0

Estimado fabricante: me atrajo su producto de osada manufactura (así parece usted decir usted o el publicista en la revista que estoy leyendo, pero si se estudia con detenimiento lo osado no aparece por ningún lado, más bien es algo tradicional, sobre todo por su caja de oro y su numeración romana, pero en fin), pero también tengo un duda: se indica que es resistente al agua hasta 200 metros. Yo me digo: si alguien me dice que me venderá un producto resistente al agua hasta los 200 metros, pensaría que en el citado producto se añade un dispositivo para calcular la inmersión metro por metro, pues de otra forma la citada inmersión sería al tanteo y no me siento en la posición de arriesgar algo valioso previendo que en algún momento la inmersión sobrepase por algunos centímetros, al menos, los dichosos metros establecidos. Eso me parece delicado. Ya revisé cada letra de la información emitida por su empresa y el citado artículo (bello, más no osado, sino tradicional, insisto) y no encuentro el dispositivo que registre los metros sumergidos, lo que indica que cuando me ponga a practicar la inmersión deberé llevar otro dispositivo que contabilice los metros uno a uno hasta que una especie de alarma (que pudiera programar anticipadamente) me indique una peligrosa aproximación a los 200 metros. Entonces yo adquiriría una producto que no debe ser barato (aunque la publicidad no pone el precio lo imagino alto, sobre todo por la caja de oro que dice contener) que me obligaría a adquirir un producto adicional para proteger la primera inversión. En fin, no estoy de acuerdo y sugiero que su bello producto de osada manufactura (según lo indica la publicidad, que ya discutimos no es precisa) incorpore el contabilizador de profundidad (si es que así podemos llamarle). Claro, yo no soy afecto a las inmersiones y creo que la única que he logrado en mi vida fue en una alberca y dudo que haya descendido más de un metro o quizás metro y medio, pues aprendí a nadar tarde en mi vida y no lo hago bien, pero la posibilidad existe y si adquiero su producto puedo llegar a cierto uso de ella. Es cuanto y dejo mi correo para que usted pueda explicarme todo esto y abundar en la información.

II

Fecha: 8 de diciembre de 2014 Categoría: Pasa-Tiempo Comentarios: 0

Quiero romper las reglas, pero sin llegar a dominarlas, pues cuando se domina algo no se quiere romperlo, a menos que uno esté loco. Lo explico pues vi un reloj que me interesa, es deportivo y de lujo, con una estética atrevida que parece transformar los elementos funcionales en rasgos emblemáticos. Así dice y eso me seduce. También me seducen los milímetros de diámetro, la imagen de poder y su cerámica de alta densidad para contener los roces inevitables. Todo. Pero no comulgo con eso de que «para romper las reglas primero hay que dominarlas». No, yo sólo quiero romper lo que no logré dominar. Quizás es algo infantil, lo admito, pero no puedo romper lo dominado. Al contrario, lo conservo para sentirme poderoso en algo sabido, por lo menos. Que otros rompan lo que dominan. Yo no soy de ésos.

I

Fecha: 8 de diciembre de 2014 Categoría: Pasa-Tiempo Comentarios: 0

Disculpe que lo interrumpa, estimado amigo, pero quisiera un cronómetro de pulsera, automático y de resistentes materiales, pues soy duro de trato y más duro cuando muevo las manos. No estaría mal una caja de acero con revestimiento especial, si se puede de aquella aleación de carbono (casi casi diamante) y una correa reforzada para resistir las asonadas de la vida urbana. No importa lo que marque, siempre y cuando me resista. Tampoco es prioridad la buena cara, pues sólo necesito que acompañe bien mi vestimenta formal y no me humille cuando intente conseguir un poco de aventura ocasional. ¿Usted me entiende, verdad?