Un hombre anciano me ayuda a bajar, me abre la puerta, me deja soñar…
Me dice que tiene años ayudando a bajar, abriendo las puertas, dejando soñar.
Le pregunto la razón de ello.
Me responde: Todos queremos ser prisioneros de algo, de lo que sea.
Entonces me quedo con él para aprender el oficio…