Cosa de ríos

Fecha: 1 de diciembre de 2017 Categoría: Cosa de Ríos Comentarios: 0

Los ríos crecen y fluyen.
Recuerdan lo que fueron sus caminos.
No abren otros, sólo reconocen lo que permitimos olvidar.
Alguien –insensato– levanta un hogar desesperado donde fue margen y un día descubre que el agua volvió, arrebatándole hasta los recuerdos
(No tenía muchos el desgraciado, claro, pero algo es algo)
Pero los ríos son indiferentes a nuestro pesar.
Siguen presurosos, arrastrando lo que fue:
botellas que dieron forma a una bebida,
bandejas que no soportaron el peso de las cosas,
plástico que fue un regalo.
Un día escuché risas y llantos, que el río arrastraba cuesta abajo.
Alguien arriba las soltó de la mano y se volvieron líquidas.
Quizás un día lleguen a las grandes aguas
(Allí un pescador solitario dirá que escuchó voces entre las olas)
El problema es que los ríos también arrastran lo que será…
Supe de alguien que quiso construir un sueño y el río se lo llevó antes de comenzar.
Si, nadie me cree: aquí se proyectó un delirio,
pero la futura corriente se llevó los planos,
una maqueta
los cálculos del ingeniero,
cerritos de arena y grava
y hasta los tímidos cimientos.
Miro mi hogar.
No es la gran cosa, pero lo levanté donde no había nada.
¿Habrá un río escondido bajo sus ladrillos?
¿Recordará un día que esto es suyo y se lo llevará?
Si eso ocurre iré por mis cosas abajo, recolectaré lo que pueda y lo volveré a levantar.
No todo…
apenas lo suficiente para iniciar otra vez.
Las otras cosas: las amargas, las que hice sin pensar, las que me fueron ruinosas, las que sufrí en silencio, dejaré que se pierdan entre las voces del mar.

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