Mi saludo respetuoso para quienes creen en el amor.
Que siempre sean correspondidos, nunca traicionados y jamás experimenten desilusión.
Que en su camino encuentren la coincidencia en lo esencial y apenas la discrepancia en lo superfluo.
Que no se pongan en la mira de la envidia, ni los lastime la habladuría.
Que no los contagien los desafortunados con la amargura.
Que estén satisfechos con lo que llega, sin que lo anhelado se vuelva obsesión.
Que no les caiga el silencio y que no les hagan mal tercio.
Que los anime la complicidad y que nunca esta loca realidad les arrebate los sueños.