Los anhelantes del fin del mundo

Fecha: 27 de mayo de 2020 Categoría: Historias al pasar... Comentarios: 0
Algunos se deleitan en las profecías terribles. Parecen repetirlas con deleite. Las paladean incluso. Dicen: «viene el fin del mundo», «tal día llegarán seres del más allá a destrozar todas las puertas», «vendrá un asteroide que destruirá a la Tierra», «el fin está cerca», «ya se están viendo las señales», «arrepiéntanse», en fin. Entonces, cuando de verdad llega algo pavoroso, como la pandemia viral de hoy, hasta se frotan las manos.
 
Ese afán de que todo quede destruido quizás sea un reflejo de la propia conciencia, pues cuando alguien tiene una vida ruinosa y estéril quisiera que todo acabara de una vez y para todos, pues es la forma de decir: «aunque los demás tengan una buena vida y sean más felices o exitosos que yo, también morirán».
 
Es como el deseo de arruinar la fiesta, para que nadie se quede allí, divirtiéndose, cuando nos vayamos nosotros.
 
En otras palabras, los deseos del fin del mundo son un reflejo de una crisis personal, de los vicios que brotan en el ocio y de la propia ceguera.
 
Por eso, cuando el mundo sigue su marcha, indiferente a esas voces apocalípticas, los delirantes vuelven a sumergirse en otra fantasía aterradora, la que sea, con tal de escapar a la tristeza de una vida vacía, mientras llega su propio y anhelado final.
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