Pasos sobre pasos…

Fecha: 9 de enero de 2012 Categoría: Miniaturas del dudoso origen Comentarios: 0

En 1978 fueron descubiertas en Laetoli (Tanzania) las huellas dejadas por unos seres bípedos hace 3,6 millones de años. Las huellas habían quedado impresas sobre una capa muy fina de cenizas expulsadas por un vocán cercano. El sol secó y endureció el terreno y nuevas capas de cenizas enterraron y preservaron esas huellas. Se trata de dos series paralelas de huellas de unos 25 metros de trayecto en dirección sur-norte, separadas entre sí por unos 25 centímetros. La forma de las huellas y la distancia entre ellas corresponden con seres con una locomoción bípeda completa. Los expertos señalaron que «el dedo gordo está perfectamente alineado con el resto de los dedos y no separado como en el resto de los primates». Además, «por el relieve interno de la huella se puede inferir una dinámica del paso y una transmisión del peso a través de la planta del pie muy similar a la nuestra». Pero lo verdaderamente fascinante -por lo menos para mí- es que si bien se pensó que las huellas correspondían a dos individuos, una observación cuidadosa permitió reconocer tres rastros distintos dejados por tres individuos, pero uno de ellos caminó sobreimpresionando parcialmente sus huellas a las del otro que había pasado anteriormente. Los expertos creen que estas huellas corresponden a unos Australopithecus afarensis, pues cerca de allí se encontraron restos de esta especie. Pero para mí no queda duda alguna: los que pasaron por allí eran homínidos, quizás antepasados nuestros o al menos una rama muy cercana a nuestros orígenes. No necesito indagar sobre su capacidad craneal, sobre su alimentación o sobre su apariencia. Pocas cosas tan probadamente humanas como pisar las huellas que alguien dejó antes que nosotros.

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