Esa arena que yo piso…

Fecha: 6 de enero de 2017 Categoría: El pez sin el agua Comentarios: 0

Caminé por la orilla de la playa pisando una arena sin color y dura. A los lados la gente me miraba, pero nada decía. Caminé hasta un lugar de arena dorada que raspaba un poco menos mis pies. A los lados la gente me invitaba a consumir algo por un precio que, según decían, era casi nada. No soporté el barullo y seguí caminando. Llegué a una playa donde la arena era suave, como talco. Una arena grata y sin filo, que acariciaba al ser pisada. Alguien apareció por allí y me quiso cobrar mucho por el derecho de paso y por el placer de cada pisada. Mejor regresé a donde la arena era dura. No importa que sea ingrata, prefiero que sea mía esa arena que acumula mis pisadas.

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