Fecha:5 de julio de 2011Categoría:AgudezasComentarios:0
Desconfío de las tiranías y el culto al éxito me parece una de las tiranías más abominables. El que jamás quiera perder que no viva. Julio César no perdía y lo mataron. Alejandro el Grande enfrentó algo parecido: se consumió en el éxito sin medida.