Abundan las definiciones y pocas me satisfacen. Para mí es algo sencillo: una revolución es la transformación brusca de las formas de dominación. Nada más. Por la retórica que rodea a esta palabra nos hemos acostumbrado a confundir «revolución» con «liberación», pero toda revolución implica a final de cuentas una afirmación del poder en detrimento de la libertad.