Eres un puerto remoto.
Debo bregar si quiero alcanzarte.
Apenas se insinúan tus luces,
aletean las gaviotas
y pienso, esperanzado,
que estás al alcance,
pero sigues tan lejos.
Me miras desde allá, quizás,
y apenas soy la sombra de un velero,
un punto entre la nada.