Lo dijo alguien, creo que Tomás Moro, pero no el verdadero, sino el personaje de Moro interpretado en una serie de televisión o una película. Si mi recuerdo es de una serie, se trató de Los Tudor (2007) y si es de una película se trató, sin duda, de El hombre de dos reinos (su título en español, que en este caso es más apropiado que el original: A Man for All Seasons, o Un hombre para todas las estaciones, que es impreciso), de 1966. El caso es que Moro -es decir, el personaje de Moro- dijo: «a pesar de que mis sueños son tan poco realistas los mantendré aunque deba soñarlos solo». Claro, estoy citando de memoria y es posible alguna inexactitud, pero la idea era así (extraño caso de una idea que quizás no es de Moro, sino de un guionista que se inspiró en Moro y que llega, mal traducida y peor citada hasta las torpes manos de un funcionario cultural colimense, pero las ideas son así y debemos acostumbrarnos a ellas). Pues bien, cuando la escuché por primera vez, esa frase me pareció deliciosa e incluso estimulante, pero un poco después me pareció jactanciosa, propia de un idealista rayando en la línea del fanático (claro, Moro era utópico. De hecho es el maestro de los utópicos y debemos disculparlo pues hasta mártir y santo lo hicieron después). Pienso (es decir, yo pienso, pues hasta la fecha nadie me interpreta, así que yo no soy un personaje) que cuando la realidad se impone insistir en nuestra «idea de la realidad» es una desmesura, como si quisiéramos convencer al mundo que nuestro castillo de naipes puede sobrevivir a un huracán. Quizás lo consigamos, claro, por una combinación de azares y milagros, pero eso no le servirá de mucho a los demás. Si acaso la hazaña servirá como alimento para un descomunal ego, para esa enfermiza obsesión por soñar sueños que la realidad desdeña. Eso digo yo, pero a todo esto deberé buscar en mi librero aquella película. En ella Robert Shaw encarna de forma estupenda a Enrique VIII. Le creo el papel, lo que nunca logró, pese a sus innegables méritos, Jonathan Rhys-Meyers en la serie. Pero eso, claro, es otra historia.