Días del futuro pasado…

Fecha: 11 de abril de 2016 Categoría: Historias al pasar... Comentarios: 0

Los alemanes le dicen «Fernweh» a esa peculiar sensación de sentir nostalgia por un lugar al que nunca fuiste. No existe en nuestro idioma una expresión idéntica. Tendríamos que componerla en una frase, por ejemplo: «añoranza de lo desconocido» o «nostalgia de lo no vivido». De cualquier forma lo entendemos: se trata de un desconocimiento físico, pero no espiritual. Por ejemplo, yo añoro Florencia sin recorrerla aún con mis pasos. La añoro por mis lecturas del Renacimiento, por Maquiavelo y Guicciardini, incluso por Stendhal. Cada año la extraño más y no la veo todavía con mis ojos. Pero existen otras añoranzas que aún no tienen nombre: esos recuerdos que son anticipaciones o… ¿Cómo decirlo? Quizás como proyecciones del hoy hacia un mañana que será posterior a una gran vivencia. Por ejemplo: añoro lo que diré en mis memorias cuando todo termine, lo que responderé a un nieto o una nieta cuando me pregunte por lo que hice, lo que explicaré a un lector futuro cuando me pida le ayude a esclarecer un párrafo oscuro de la obra que aún no escribo. Creo que también extrañaré las pasiones salvajes que todavía no disfruto a plenitud, como la venganza. Eso sí, espero jamás sentir esa nostalgia desdichada que algunos sienten no por lo vivido, sino por lo deseado y nunca realizado. No quiero saber ni cómo se dice eso, ni en este idioma, ni en alemán, ni en cualquier otro. Mejor que nadie invente esa palabra y si la inventa, que mejor se la guarde sin decírmela.

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