El cuadro

Fecha: 3 de febrero de 2017 Categoría: Historias al pasar... Comentarios: 0

Ayer soñé con un cuadro que no existe. Podría describirlo hasta en el íntimo detalle. Un hombre que parece espiritual, quizás un sacerdote o el ministro de algún culto, se sienta perezoso sobre el pasto mirando el campo mientras unas muchachas revolotean por allí, mostrando como al descuido su piel. Ellas parece reír pero lo ignoran. El mira. A su lado un hombre parece susurrarle algo al oído. Vi el título: «Tentación». Quise mirar el nombre del autor pero sólo pude apreciar un garabato. ‬El cuadro parece reflejar esa íntima tensión en el hombre de espíritu. No sabemos si está por levantarse y correr tras las muchachas, si le dará un golpe al que le anima (o contiene) o si sólo cederá al capricho de mirarlas con descarada lascivia. Ya busqué el cuadro en todas partes y no existe, así que no puede ser un recuerdo. Alguien supondrá que es una proyección de mis propios debates, una expresión del duelo entre mi instinto y mi razón. Quizás un psicólogo me indique el penoso conflicto entre mi «ello» y mi «suoeryó», es decir, entre los seres angelicales y demoniacos (apollíneos y dionisiacos, diría Nietzsche) que se posan sobre mis hombres y mordisquean mis orejas. Pero no es así. Tengo tan incorporada la oscuridad a mi ser de todos los días, que ningún rasgo oculto tiene necesidad de brotar en desbarajuste por los sueños. Quizás sea, simplemente, que ese cuadro existe pero aún no lo descubre ningún artista. Es un cuadro que aún no está pintado.

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