Hace tanto que le eché el candado a esa puerta…
Allí mora animal extraño.
Quiere caricias en el lomo,
una mirada
algún gesto grato
y… ¿por qué no?
amansarse sin recato
¡Extravagancias!
Mejor dejarlo allí,
olvidarlo,
apartarlo mientras dura la fiesta
cual perro de rancho.
Y sin embargo
tantas veces mordisqueando el encierro
—Resoplando—
Pujando por abrir la puerta aquel animal
tan mío
tan iluso
tan huraño