La parte que nos toca…

Fecha: 26 de febrero de 2011 Categoría: La irreflexiva reflexión Comentarios: 0

Nuestra aproximación al saber es fragmentaria. Conocemos una parte de algo y a veces una parte de esa parte, pero con la parte que conocemos sentimos conocer el resto, la totalidad de algo, y hacemos juicios sobre esa parte y nos apasionamos sobre esa parte y a veces -locura sobre la miopía- nos apasionamos tanto de la parte que conocemos (o creemos conocer) que la defendemos frente a los demás, tratando que los demás compartan nuestro propio dominio sobre esa parte, una parte infinitamente minúscula comparada con el todo que nos aguarda a la distancia y que no queremos conocer en su totalidad. A veces queremos que nuestra visión parcial domine sobre las visiones parciales que otros poseen y podemos llegar al extremo inconcebible de intentar borrar de la vida y de la historia aquellas visiones que no concuerdan con la visión que nosotros poseemos. Existen, incluso, algunos extremistas que quieren reducir la totalidad, sometiéndola a los estrechos límites de su propia visión parcial de esa totalidad. Deberíamos ser modestos y reconocer, al menos, que sólo sabemos de la parte de un todo imposible de reconocer en sí, es decir, totalmente. Podríamos decir que la totalidad es lo incierto… al menos creo que esta última afirmación es cierta, es decir, si bien no puede ser totalmente cierta, al menos sí puede ser parcialmente cierta. En fin, punto y aparte.

Compartir en

Deja tu comentario