Preguntarse, responderse…

Fecha: 11 de marzo de 2011 Categoría: La irreflexiva reflexión Comentarios: 0

Toda filosofía nace de un cuestionamiento. Es una respuesta. Me gustaría que esa respuesta viniera de la fuente de la verdad, pero creo que es una respuesta que alguien se dio o algunos se dieron a sí mismos. No me parece mal. Los admiro, incluso. Yo me he tratado de darme respuestas y sigo sin creérmelas. Es más, a veces pienso tanto en la respuesta que traté de darme en algún momento que termino olvidando la pregunta inicial. Me sucedió una vez que me di una respuesta que terminó respondiendo a otra pregunta que me había hecho mucho antes. En fin, preguntarse, responderse, volverse a preguntar y responder, de eso están hechos muchos de nuestros días. Creo, incluso, que estamos vivos porque nos preguntamos y nos respondemos. Si no estuviéramos vivos las preguntas y respuestas saldrían sobrando. O quizás no. Quizás sigamos preguntándonos y respondiéndonos por toda la eternidad. Lo cierto es que nadie puede ofrecer respuestas definitivas o quizás sea porque no sabemos preguntar y mucho menos preguntarnos. A final de cuentas, todas las posibilidades de respuesta son un relato, una historia de nuestros afanes de responder y respondernos. Esa historia debe ser la historia de la civilización. Eso creo. Me lo preguntaré más tarde. Cuanto lo sepa intentaré responderme.

Compartir en

Deja tu comentario