- Disparé dos veces. Una bala dio en el blanco. Busqué la segunda por mucho tiempo: entró limpia en el primer orificio
- Los que saben que morirán disparan con soltura y gracia, sin cautela ni miedo. A veces por eso viven.
- Mi caballo relincha de placer si le hablo de viejos amores y sacude la cabeza si le platico de quienes me persiguen.
- Soñé que la ley me perseguía. Realmente la ley. Un código montaba a caballo y ordenaba detenerme. No le hice caso.
- Lo reté a duelo. Salimos a la calle. Nos miramos. Una mujer gritó. Disparamos. Las balas mataron a la mujer. Huimos.
- Yo disparo, el otro dispara, disparamos al unísono. Se agotan las balas. Nos mentamos la madre. Nos vamos.
- Estoy en un salon texano. Soy un pistolero. Un vaquero me mira con insolencia. Le sostengo la mirada. Es un gay. Huyo…
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