Nubes y piedras

Fecha: 26 de marzo de 2021 Categoría: Atisbos Comentarios: 0

Un día me dio por amar a las nubes, pero son un tanto ingratas: siempre van a la deriva, sin conciencia de su deambular, así que puede uno terminar torcido y ciego de tanto seguirlas por el cielo y ellas ni cuenta se darán. Entonces fijé objetivos más realistas y me propuse amar a las piedras. Fue gratificante. Las piedras siempre están a la mano, se pueden agrupar, clasificar, hacer montículos con ellas y arrojarlas por allí si uno se siente harto ese día. También es posible convertirlas en arma y usarlas para abatir los montículos que construiste el día anterior. Nada mal: las piedras permiten abatir al objeto amado que en realidad son otras piedras. Es como convertir al amor en un arma, lo cual pocos consiguen. También se pueden construir frases como si fueran muros. Por ejemplo: “hacer de piedras corazón”, “mi pétreo amor” o “ese amor descalabrado”. En fin. Pero ya me están comenzando a hartar las piedras con todo y sus bondades. Elegiré otras cosas susceptibles de ser amadas, menos las flores. Las flores me parecen un tanto artificiales (quizás por culpa de los invernaderos) y altaneras (quizás por tanto colorido). Ya veré.

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