Fundación

Fecha: 16 de agosto de 2021 Categoría: Apuntes de poder Comentarios: 0

La fundación de una ciudad es un tema apasionante. Los pueblos del Mediterráneo, en especial los griegos, fueron hábiles fundadores y (lo dijo Asimov en una expresión feliz) salpicaron de ciudades las riberas de ese mar y del Negro. Existe un relato apasionante de la fundación de Roma debido a Livio. Rómulo y remo se disputan el liderazgo y lo dejan a la voluntad de los dioses. Se aíslan para recibir los presagios. uno va al monte Palatino y otro al Aventino. Remo mira seis buitres y Rómulo doce. La disputa por el poder termina de forma sangrienta y Remo perece. Lo primero que hace Rómulo es trazar la ciudad y fijar sus limites, es decir, el deslinde para erigir murallas. Después se dedica a establecer los ritos religiosos, adoptando ritos locales (el rito Albano le dice Livio) aderezados por un rito griego, el dedicado a Hércules según lo fijó Evandro. En seguida dicta las leyes a las que deberá sujetarse su comunidad. Livio anota algo magnífico: para consolidar su poder se enaltece a sí mismo por medio de señales exteriores de su autoridad. La más importante es la organización de doce lictores, quizás como referencia a los buitres del augurio de poder, a una costumbre etrusca o a la concurrencia de doce tribus en la creación de la ciudad. Después organiza al senado en número de cien y define así a los primero padres o patricios de su ciudad. En suma: establecer linderos, fortalecer el perímetro, definir los ritos religiosos, dictar leyes, rodear de símbolos al poder y organizar las instituciones de mando. Tales son los pasos definidos en esa historia para una fundación exitosa.

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