Este río es tímido,
corren o corroen por él susurros secos.
Es un río quebrado, no sinuoso.
Cicatriz, ruta sin torrente.
Un hilo y sólo en declive,
curso en deterioro como tantas vidas.
«A río revuelto», dicen,
pero éste calla.
Nadie llama a revuelta entre sus piedras.