El mito del abandono y del origen

Fecha: 12 de agosto de 2021 Categoría: La inspiración clásica Comentarios: 0

La historia ya ha sido analizada desde muchos puntos de vista (nada mas habría que recordar a Joseph Campbell), pero sigue fascinante y digna de nuevas reflexiones. El hijo de dudoso origen paterno, pero ligado a una familia de poder por parte de la madre, es ocultado del mundo y dejado a la voluntad de la naturaleza, sobre todo en un río. La supervivencia es azarosa o bien determinada por la voluntad divina. Interviene un padre adoptivo que no sólo rescata y preserva, sino que oculta. En el caso de los gemelos Rómulo y Remo participa una loba que los alimenta mientras llega el pastor Fáustulo. El o los bebés crecen y con los años reniegan del cómodo destino de la vida marginal (pastores, por ejemplo) y revelan un temperamento más dado a los peligros y  proezas, hasta que logran reencontrarse con su destino original. Este mito está asociado, muchas veces, a la paternidad incómoda, que se liga al origen divino. La mujer, una doncella, es elegida por el dios para brindar un hijo semidios al mundo, esa particular combinación de poderes divinos y terrenales que es tan propia del Mediterráneo o al menos es allí donde lo conocemos mejor. Nadie podría creer esa intervención divina, lo cual inspira el sigilo y el drástico abandono de las crías, que así se enfrentan a un mundo de peligros. En el caso de Jesús el peligro es evidente pues pesa sobre él una cacería alentada desde el poder, aun cuando su bautismo de agua llegará hasta que decide su destino. Tales gérmenes culturales nos siguen de alguna forma, pues hay una etapa del ser de talento, incrustado en una familia modesta, donde se supone o se desea un origen alternativo, como si fuese un adoptado. Es un intento de explicar una pasión o talento extraordinario (o su suposición) en una circunstancia ordinaria.

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